Las Mejores Bodas

martes, 3 de mayo de 2011

Principe William & Kate


Se conocieron en 2001 en la misma Universidad, se separaron  y volvieron a estar juntos. El príncipe le propuso matrimonio en la cabaña en Kenia el año pasado.La boda del príncipe William y de Kate Middleton es la culminación de una historia de 10 años que comenzó como una amistad en la universidad y se transformó en amor.
En su primer encuentro con el segundo en la línea de sucesión al trono, cuando ambos ingresaron a la prestigiosa Universidad de Saint Andrews, en Escocia, en septiembre de 2001, Kate se puso "colorada".
"Cuando la conocí, enseguida supe que había muy algo especial en ella", confesó por William en la entrevista que la pareja concedió cuando anunciaron su compromiso.
La historia de amor comenzó en 2003, un año después de que los dos jóvenes empezaran a compartir una casa en Saint Andrews con otros estudiantes.En diciembre, ya eran pareja, y en marzo de 2004 se publicaron unas fotos de los enamorados durante unas vacaciones de esquí.
La presencia de Kate y de sus padres en la ceremonia de graduación de William en la academia militar de Sandhurst oficializó la relación en diciembre de 2006.
Sin embargo, en abril del año siguiente, el palacio confirmó la ruptura de la pareja debida, según la prensa, a la carrera militar del príncipe y a las fotografías publicadas de éste con varias mujeres durante las fiestas con sus amigos del Ejército.Unos meses después, volvían a estar juntos, esta vez con la boda al final del camino.
La petición de mano tuvo lugar en octubre en una cabaña de una reserva en Kenia, después de que William llevara durante varios días en su mochila el anillo de compromiso de Diana para regalárselo a Kate.


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Nicolás & Tatiana Blatnik

Nicolás, hijo de Constantino y Ana María de Grecia, contrajo matrimonio el pasado 25 de agosto de 2010. Exiliada desde 1974, la familia real griega sigue codeándose con sus iguales, aunque esta boda no tuvo la misma repercusión. Siete años después de comenzar su relación con Tatiana Blatnik, el sobrino de la Reina Sofía disfruto de su enlace en la isla griega de Spetses. Entre los asistentes, no faltó la 'nueva generación' de la realeza.


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Victoria & Daniel Westling

«Gracias Suecia, por haberme dado a mi príncipe». Éstas fueron las palabras de Victoria tras salir de la catedral de San Nicolás de la mano de su ya marido, Daniel Westling. Otra pareja en la que el amor se impuso a la tradición. Siete años de noviazgo precedían este enlace al que siempre se opuso el rey Carlos Gustavo, quien no veía a un licenciado en Educación Física como consorte de su primogénita. Muy comprensible que Daniel fuera incapaz de reprimir las lágrimas durante el enlace. Fue una enfermedad la que unió a Victoria y a Daniel. La lucha contra el sobrepeso de la heredera la hizo acudir a un gimnasio donde topó con su príncipe. Sumida en la anorexia, Daniel la ayudó a salir y siempre estuvo a su lado. La recompensa llegó el 19 de junio de 2010. El gran día, Victoria decidió portar la misma tiara de camafeos con la que se casó su madre, Silvia, en 1976.


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Felipe & Letizia Ortiz

No habían pasado seis meses desde que su nombre retumbara dentro y fuera de nuestras fronteras, y ya hacía entrada en la Almudena. El 22 de mayo de 2004 una plebeya se colaba en la Zarzuela. Dicen que Felipe no dio opción. Tras el fracaso de la relación con Eva Sannum, el príncipe eligió a la periodista para que le acompañara en su camino real. Fue una ceremonia muy sobria —el horror del 11-M aún permanecía en la memoria—, marcada por una lluvia constante convertida en aguacero cuando la novia salía de Palacio Real —un Rolls fue la solución al contratiempo—. No hubo lágrimas, ni emociones descaradas, ni besos efusivos... nada que se saliera del guión salvo la 'lucha' a patadas de los nietos de Rey, Froilán y Juan Urdangarín. La aguja de Pertegaz envolvió a Letizia que lucía la diadema, estilo imperio de platino y brillantes, que Doña Sofía llevó el día de su boda. Un enlace muy esperado, pero serio, donde el misterio llegó de la mano de Ernesto de Hannover, a quien todo el mundo buscaba en la ceremonia.


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Guillermo & Maxima Zorreguieta

Un vestido de Valentino, una carroza de oro y un príncipe. El sueño de Máxima Zorreguieta tomaba forma el 2 de febrero de 2002. A pesar de que por sus venas no corría sangre azul, su saber estar, su simpatía y su nobleza conquistaron Holanda en general, y a la reina Beatriz en particular —la monarca fue la primera testigo del enlace, a petición de su nuera—. Hacía tres años que la argentina Máxima Zorreguieta y el heredero de la corona holandesa comenzaban su relación en Sevilla. La entonces novia se convirtió en ciudadana neerlandesa, pero no al protestantismo, siguió practicando la religión católica por convicción personal. También tuvo que poner distancia con su padre, Jorge Zorreguieta, ministro durante la dictadura de Videla. Éste no acudió a la boda.


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Haakon Magnus & Mette-Marit

Dieron la espalda a las normas de la monarquía y nunca miraron atrás. Mette-Marit lo tenía todo: modelo, madre soltera, ex concursante de un 'reality' ... con un pasado un poco turbio en general. Pero ¿quién dijo miedo? «No soy una cenicienta, simplemente soy una mujer joven que ha encontrado, por fin, al hombre de su vida, a su alma gemela», explicódías antes del enlace. Se conocieron en un concierto de rock y aunque ese encuentro no fue a más, Haakon se quedó prendado de ella. Dos años después sus caminos se volvieron a cruzar y el 25 de agosto de 2001, a moco tendido, se dieron el sí quiero. Éste también fue un día recordado por los españoles. Por primera vez se pudo ver juntos a Eva Sannum y al príncipe Felipe. Parece que el amor no es todo en la monarquía noruega. Mette-Marit tuvo que firmar un documento de separación de bienes, y en caso de divorcio, se irá como llegó.


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Eduardo & Sophie Rhys-Jones

El benjamín es el único de los cuatro hijos de la reina que no ha hecho uso, por el momento, de los abogados reales —al menos por temas de alcoba—. El príncipe Eduardo de Inglaterra y Sophie Rhys-Jones rompieron con la tradición y eligieron la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, para materializar su unión el 19 junio de 1999. Por decisión de los novios, fue una celebración mucho más discreta que la de sus hermanos, donde la reina le otorgó a su hijo los títulos de conde de Wessex y vizconde de Severn. La novia, que lució un vestido de Samantha Shaw bordado a mano con 325.000 cristales y perlas, tuvo que renunciar a su trabajo en una agencia de relaciones públicas. Uno de los detalles más llamativos fueron las joyas que portaba, diseñadas por Eduardo. Ni Sarah Ferguson, ya ex esposa de Andrés, ni Camila Parker-Bowles, entonces conocida como la amante de Carlos, asistieron al enlace.


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Carlos & Diana Spencer

Pusieron en peligro la monarquía más antigua de Europa, pero aquel 29 de julio de 1981 nadie imaginaba el destino de aquella 'perfecta' pareja real. La novia «del siglo» rezaba la prensa. Más de 700.000 millones de telespectadores siguieron la celebración que comenzaba con Diana en una carroza de cristal dirección a la catedral de San Pablo. Con un vestido de seda color marfil, estilo romántico y una cola de 25 metros adornada con más de 10.000 perlas, Diana se convertía en la princesa de Gales frente a más de 3.000 invitados. Comenzaba el sueño, o la pesadilla. Guillermo y Kate son los elegidos para hacer olvidar un pasado que aún pesa en el pueblo británico. Poseedoras de gran belleza, sencillez y sensibilidad con las causas solidarias, son muchos los paralelismos entre Kate y Diana, el más repetido: por sus venas no corre sangre azul. La diferencia: el príncipe azul ahora sí está enamorado de la plebeya

Hussein De Jordania & Lisa Halaby

Se celebró el 15 de junio de 1978 se celebraba la boda de Husein con la joven norteamericana Lisa Halaby. La reina Noor se convertía en la cuarta mujer del monarca. La pareja se conoció en 1975 durante un viaje de la joven a Jordania, donde se encontraba su padre —dueño de una compañía de aviación—. La unión tuvo lugar en el Palacio de Zahran. La novia, que llevaba un traje de Dior, portaba en su mano un solitario de diamantes, su regalo de bodas. Durante el evento, en el que estuvo el padre de la novia, pero no la hermana ni la madre —la tradición excluye a las mujeres—, la pareja dijo sus votos en árabe. A partir de ese momento, la nueva reina de Jordania, que tuvo que convertirse al Islam, pasó a llamarse Noor al Husein (La luz de Husein). Fruto de su relación la pareja tuvo cuatro hijos: Hamzah, Hashim, Iman y Raiyah

La Princesa Ana & Mark Phillips

Parece que los finales felices no están pensados para la monarquía británica. Tres de los cuatro hijos de Isabel II se han divorciado. La princesa Ana, que se casó el 14 de noviembre de 1973con Mark Philips, fue la primera. La ceremonia de su boda, que también se celebró en la Abadía de Westminster, fue retransmitida por televisión causando una gran expectación. Llama la atención que la princesa rechazara que sus hijos recibieran ningún título o estilo real. La separación de la pareja se hizo efectiva en 1992 y, a finales de ese mismo año, Ana se casaba de nuevo, esta vez con el vicealmirante Timothy James Lawrence

Carlos XVI Gustavo & Silvia De Suecia

Volvemos al cuento del príncipe y la plebeya, aunque en ocasiones a Carlos XII Gustavo le falle la memoria —durante años se opuso a la relación de su hija con Daniel Westling, un licenciado en Eduación Física—. El rey de Suecia se casó con Silvia Renate Sommerlath (de origen alemán-brasileño) el 19 de junio de 1976 en la catedral de Estocolmo. Era la primera boda de un monarca en Suecia desde 1797. La pareja se conoció durante las Olimpiadas de Múnich (1972), donde ella trabajaba en la organización. 1.200 invitados y más de 500 millones de espectadores vieron cómo la nueva pareja real se daba el 'sí quiero', momento en el que los suecos rompieron en aplausos y vítores como muestra de patriotismo

Beatriz De Holanda & Claus Von Amsberg

Lo que debía ser uno de los días más felices de su vida, se tornó en pesadilla. Y es que, la entonces princesa Beatriz de Holanda eligió compartir su vida con Claus Von Amsberg, un diplomático alemán con el que el pueblo no estaba muy contento. La Segunda Guerra Mundial y los crímenes del nazismo seguían fijos en la memoria y el pueblo holandés lo hizo saber aquel 10 de marzo de 1966. La boda tuvo lugar en Ámsterdam hirió sensibilidades y al paso de la comitiva nupcial comenzó el lanzamiento de objetos, algunos tan llamativos como una bicicleta. El noviazgo se vivió con recelo desde el principio. Claus, inscrito automáticamente en las juventudes hitlerianas como muchos jóvenes alemanes de la época, fue diana del rechazo de la sociedad y de la propia familia real, que incluso tuvo que huir durante la cotienda. Finalmente, el parlamento aprobó el enlace y poco a poco el consorte de Beatriz se fue ganando el cariño y el respeto de Holanda.

Constantino De Grecia & Ana Maria De Dinamarca

Accedió al trono en 1964, el mismo año que contraía matrimonio con la princesa Ana María de Dinamarca. Fue el 18 de septiembre en la Catedral Metropolitana de Atenas. La pareja se conoció cinco años antes, cuando ella tan sólo contaba con 13. Pero hubo que esperar años a que Constantino encontrara el valor para sincerarse con sus padres sobre sus sentimientos. Sus caminos volvieron a cruzarse en la boda del rey Juan Carlos y doña Sofía, y en la celebración de los 100 años de los Glücksburg en el trono de Grecia. A partir de ahí, el compromiso y los preparativos de la boda a la que Ana María se enfrentó 15 días después de haber alcanzado los 18 años. Casi una década después de su gran día, el hermano de la reina Sofía fue depuesto como rey de Grecia y la familia real tuvo que exiliarse.

Juan Carlos & Sofia

La primera vez que el príncipe Juan Carlos y la princesa Sofía cruzaron sus miradas fue en la cubierta del yate 'Agameón'. Ambos disfrutaban de un crucero organizado por la reina Federica de Grecia donde más de un centenar de jóvenes de la realeza se conocían... No obstante, nada hacía pensar en una futura pareja. A Juan Carlos se le relacionaba con María Gabriela de Saboya y a Sofía, con Harald de Noruega. El flechazo llegó en la boda de Isabel de Wurtemberg con Antonio de Borbón Dos Sicilias (1958). Al entonces príncipe español se le escapó que había sido hechizado por Sofía. Tras varios encuentros, finalmente, Juan Carlos se decidió, le puso una pulsera y le dijo: «Nos casamos, ¿eh?». La boda fue el 14 de mayo de 1962 en Atenas, aunque las celebraciones comenzaron el día 10. Se casaron por los dos ritos: el católico, en la catedral de San Dionisio, y el ortodoxo en la catedral de Santa María. El templo estuvo adornado con 45.000 claveles rojos y amarillos, traídos de Valencia y Cataluña.

Balduino De Bélgica & Fabiola De Mora & Aragón

Una española en la corte belga. Con una temperatura bajo cero, caía la nieve aquel 15 de diciembre de 1960 en el que Balduino de Bélgica y Fabiola de Mora y Aragón se daban el sí quiero. Pero no importaba el frío, los ciudadanos belgas llevababan más de 50 años sin vivir un acontetecimiento y querían disfrutarlo. Con puntualidad británica aparecía la novia en el palacio real. Entre los detalles más comentados fue la diadema que lucía. El adorno pertenecía a princesa Astrid, madre de Balduino, e incluye varios brillantes que representaban las nueve provincias belgas. Y tras la ceremonia civil, a la catedral, donde se retrasmitió la ceremonia a todos los países incluidos en la red de Eurovisión

Rainero & Grace Kelly

El príncipe encantador y la reina de la pantalla». Así rezaba el titular de la revista 'Paris Match', que puso Mónaco a los pies del Hollywood, y viceversa. Corría 1955, Grace Kelly era joven (25 años), hermosa, contaba con un Oscar y la alfombra roja de Cannes se extendía a sus pies. Entre los compromisos profesionales, la estrella del momento hacía hueco para una sesión de fotos junto al príncipe Rainiero. Unos vieron la mano del padre Francis Tucker, otros aseguraron que el guión original era obra del mismísimo Aristóteles Onassis, pero sea como fuere, el encuentro dio resultados. La diosa del cine se convirtió en su alteza serenísima Grace de Mónaco el 19 de abril de 1956. El enlace fue seguido por 30 millones de espectadores —casi la mayoría de los que en aquel momento tenían televisión—. El traje de la espectacular novia fue realizado por la diseñadora Helen Rose, bajo la supervisión de Grace, quien pidió que se le añadiera la cola. Un accidente tráfico truncó en 1982 el cuento de hadas.

Margarita & A. Armstrong-Jones

La única hermana de la reina de Inglaterra fue la protagonista de la primera boda real 'moderna'. La culpable: la televisión. Fue el 6 de mayo de 1960en la Abadía de Westminster y con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones. Apasionada de las artes, la música, el cine... Margarita siempre desafió el orden establecido, aunque acabó acatando su marca de sangre y renunciando al gran amor de su vida, el capitán Peter Townsend (estaba divorciado). No obstante, la rebelde que llevaba dentro gritaba y acabó por salir. Su separación y supuestas relaciones extramatrimoniales fueron las primeras en situar a la casa real británica en portada de los periódicos sensacionalistas. Margarita falleció el 9 de febrero de 2002.

Isabel II & Felipe De Mountbatten

Ya estaba llamada a reinar cuando tropezó con Felipe de Mountbatten en la boda de Marina de Grecia. Sólo contaba 13 años, pero siempre tuvo las cosas claras. Amor a primera vista decían los más allegados. No contaba con el apoyo de la familia, pero Isabel tomó las riendas y se comprometió en secreto. La renuncia de Felipe a sus títulos, príncipe de Grecia y Dinamarca, allanó el camino al actual duque de Edimburgo. El 20 de noviembre de 1947, la princesa Isabel entraba del brazo de su padre en la Abadía de Westminster. Con un diseño en satén de color marfil y decorado con cerca de 10.000 perlas blancas, fue escoltada por una corte de ocho damas de honor y dos pajes. Todo el pueblo británico se echó a la calle —mucho tuvo que ver que fue la primera boda real tras la II Guerra Mundial—. Pero para récord, el de la tarta nupcial con más de 200 kilos de peso. Cuatro hijos y siete nietos después, en la imagen actual de la reina no hay espacio para romanticismo.